SALUD MENTAL A CAUSA DE LA PANDEMIA
Samanta es una estudiante de la Escuela Normal Superior “Leonor Álvarez Pinzón” tiene 14 años y el día de hoy nos va a contar su historia. ¡Hola! soy Samanta hoy voy a contarles mi experiencia al pasar por la depresión y presión psicológica que sufrí durante la pandemia y las clases virtuales. Todo comenzó cuando declararon la pandemia y tuvimos que encerrarnos en nuestros hogares, esto fue un cambio muy brusco ya que pasar de salir todos los días, compartir con mis compañeras y cambiar de rutina; a encerrarme en mi casa con mi familia y sin nada productivo por hacer me trajo bastantes consecuencias negativas.
El hecho de estar encerrada en la casa sin cambiar de ambiente ni ver más personas que las mi familia me hizo sufrir de una depresión horrible. Me despertaba todos los días extremadamente irritable, perdí totalmente el interés académico, subí de peso muy rápido ya que el estar encerrada me dio mucha ansiedad lo que me hacía comer en exceso. Me sentía inútil y horrible , tenía la autoestima en el piso; de hecho, llegué al punto de querer quitarme la vida.
Luego de tres meses de este encierro estaba muy mal no dormía casi nada, me volví adicta al celular a punto de que literalmente no lo soltaba nunca; esto hizo que mi rendimiento académico bajara muchísimo porque las clases virtuales se me dificultaron bastante a veces no tenía conexión en mi casa lo que hacía que no pudiera entrar a mis clases por esta razón había bastantes trabajos que no entregué; ya no soportaba más las clases virtuales: ¡YA NO SOPORTABA MAS ESTA PANDEMIA! Justo cuando estaba en la etapa más difícil de la depresión anunciaron que podíamos regresar a la presencialidad; no puedo describir la emoción que sentí; sabía que esto me iba a ayudar a regular mi vida.
Ya llevo tres semanas yendo al colegio, cambió en cierta parte mi vida mi depresión ya no está tan fuerte y mi rendimiento académico mejoró demasiado. Amo demasiado a mi colegio, compartir con mis maestros con mis compañeras y el simple
hecho de cambiar de ambiente me llena de energía a diario.
Margy Valentina González Guio
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El hecho de estar encerrada en la casa sin cambiar de ambiente ni ver más personas que las mi familia me hizo sufrir de una depresión horrible. Me despertaba todos los días extremadamente irritable, perdí totalmente el interés académico, subí de peso muy rápido ya que el estar encerrada me dio mucha ansiedad lo que me hacía comer en exceso. Me sentía inútil y horrible , tenía la autoestima en el piso; de hecho, llegué al punto de querer quitarme la vida.
Luego de tres meses de este encierro estaba muy mal no dormía casi nada, me volví adicta al celular a punto de que literalmente no lo soltaba nunca; esto hizo que mi rendimiento académico bajara muchísimo porque las clases virtuales se me dificultaron bastante a veces no tenía conexión en mi casa lo que hacía que no pudiera entrar a mis clases por esta razón había bastantes trabajos que no entregué; ya no soportaba más las clases virtuales: ¡YA NO SOPORTABA MAS ESTA PANDEMIA! Justo cuando estaba en la etapa más difícil de la depresión anunciaron que podíamos regresar a la presencialidad; no puedo describir la emoción que sentí; sabía que esto me iba a ayudar a regular mi vida.
Ya llevo tres semanas yendo al colegio, cambió en cierta parte mi vida mi depresión ya no está tan fuerte y mi rendimiento académico mejoró demasiado. Amo demasiado a mi colegio, compartir con mis maestros con mis compañeras y el simple
hecho de cambiar de ambiente me llena de energía a diario.
Margy Valentina González Guio
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